100 posts

¡100 entradas! Sé que para la mayoría no es nada, pero para mí, que tengo ritmo leeeeento de publicación, es un MI-LA-CO-RO!

Agradezco a todos los followers, que son como una familia pa’ mí, y que están tan limados como yo.

Y aprovecho para festejarlo avisando que está disponible la versión web-móvil del blog. Gracias a Onbile, que es gratis y fácil de usar, por supueeeesto. (No porque alguien vaya a entrar con el celular, sino más bien porque necesito estar en la cresta de la ola. Aunque estaría bueno que mucho de ustedes bloggerkids también lo habiliten, ya que no hay nada que disfrute más que leerlos cuando estoy sin-saber-quehacer-en-el-banco-o-en-esos-momentos-en-que-siento-que-desperdicio-mi-vida.)

Y cerramos este post al pedo con una imagen que, a mi parecer, resume este año de blog y estos 100 posts.

Todos Dicen lo Mismo, siempre dando la nota.

Introspección

 

Después de un par de semanas complicadas, me doy cuenta que tengo que ser agradecida con lo que tengo. Sé que quizá no están acostumbrados a leer este tipo de post en mi blog, y realmente lo entiendo. Pero necesito expresarme chicos, porque hoy me di cuenta que hay algunas pequeñas cosas en mi vida que pueden dar vuelta mi día y ponerme de buen humor, y merecen que les dé un lugar. Sí. Son cosas que me hacen recordar quién soy, que me representan, y aunque a veces las subestime, hoy me doy cuenta que no sólo son mi motor cada mañana, sino que me dan una razón de vivir.

Es por eso que quiero dar eternas gracias por mi portaminas nuevo, por el jugo Levité de melón, por el explorador Safari, y por las canciones locas de Perros de la Calle, los cuales han colaborado a que me redescubra como persona.

 

En caso de crisis, llamate un remo

 

Tuve una semana… complicada -a falta de un mejor adjetivo. Ya me descargué y dramaticé con todo mi entorno así que no pienso seguir por acá porque ni yo me soporto a esta altura, me siento Grecia Colmenares (¿dónde está Grecia Colmenares, by the way?). Pero estoy obligada a traer el tema porque mi miserable existencia está directamente relacionada con la situación que estoy por relatar.

Resuuuuuuuulta, que hoy nos reunimos en lo de Andrea para ensayar la obra de teatro que presentaremos en las Jornadas Culturales del instituto. Ximena, que vive de camino, me pidió que la pase a buscar con el remís y de ahí siguiéramos viaje.

El señor remisero, entrado en edad, estaba escuchando buena música para mi oh-so-grata sorpresa. Tenía un compiladito de los Beatles sonando en el auto que estaba realmente piola, y me puso de muy buen humor. (Sobretodo porque cuando uno va en taxi/remís se tiene que bancar a) cumbia, b) noticias, c)folklore, d) fútbol.)

Paramos en la casa de Xime, ella se sube al auto, y en cuanto escucha los Beatles me pregunta: “¿Vos sos responsable por la música que estamos escuchando?” Le contesto que obvio que no, que es puro mérito del remisero. Acto seguido, Xime me pregunta muy amablemente como estoy y yo le digo: “Mirá como habrá sido mi día de malo que lo mejor que me pasó hasta ahora fue la música del remís.” (Drama queen a moriiiiiiir.)

El remisero, que hasta acá venía callado, me mira por el espejo retrovisor y me dice: “Perdón que me meta, pero si lo mejor que te pasó en el día fue la música, mejor tomate un Alplax, metete en la cama y no salgas más”.

Oh my God.

Pregunta No 20

 

El Encantador de Perros, ¿no tiene pinta de ser un chanta que encontró el curro perfecto?

 

Me lo estaba guardando

 

Nuestra voz interna lee que a la tía Tita le fue bien en el bingo

a) con un tono de duende superdrogado y feliz:

A la tía Tita le fue bien en el bingo!!! que nos pague el asado!!! sos una grosa tía!!! voy a ir con ella la próxima!!! está muy feliz!!!! me voy a comer!!!!

b) con un tono de loca desconfiada con ataques paranoicos:

A la tía Tita le fue bien en el bingo… que nos pague el asado… sos una grosa… voy a ir con ella la próxima… está muy feliz… me voy a comer…

Si crees que tu tono de voz interior al leer los pasajes coincide con la descripción de cada uno de ellos, sumate a la propuesta “Por el regreso del punto seguido y/o la coma a las redes sociales.” Si no pasó nada o directamente no entendiste el post, por favor seguí este link.

 

Seguro que nunca lo probaste

 

La gente me discrimina porque no me gustan las achuras, ni el durazno, ni las galletitas de vainilla, ni el pescado, ni el cerdo, ni el cordero, ni el tomate, ni la berenjena, ni el pomelo, ni el helado de frutilla, ni el locro, ni ninguna parte del pollo que no sea pechuga, ni la piel de la morcilla, ni el yogurt, ni los cereales azucarados, ni las facturas, ni el caviar, ni la mortadela, ni el roquefort, ni el chocolate blanco, ni el hígado, ni las galletitas de agua, ni el salame, ni las barras de cereal, ni la ensalada de zanahoria, ni las chauchas, ni la remolacha, ni los maricos, ni las milanesas de soja, ni las aceitunas ni el edulcorante.

Para peor, no tomo cerveza rubia, ni mate cocido, ni Fanta, ni té con leche, ni café instantáneo, ni ningún jugo de las frutas que no me gustan, ni champagne, ni ananá fizz, ni Gancia, ni agua tónica, ni soda.

Ojo, sí como guiso de mondongo, brócoli y tomo mucha sidra. Y como que ahí compenso.

 

Más allá del bien y el mal

 

El otro día iba caminando por el centro, muy minding-my-own-business, cuando escucho que pasa un auto a 2 km por hora con la canción We No Speak Americano a todo volumen.

No me sorprendió, es muy común en esta ciudad. Lo que sí me sorprendió fue el comentario de unas señoras mayores –y digo mayores mayores- que venían caminando pegadito atrás mío:

Abuela 1: Uhh, ¡escuchá!

Abuela 2: ¿Qué?

Abuela 1: ¡Esa es Papanamericano! Me encanta.

Abuela 2 (que le comenta a Abuela 3): Ay sí, ayer bailamos Papanamericano tooooda la noche.

 

5 comentarios poco interesantes al pasar

 

1- No me banco que lo traten a Pablo Echarri de sex symbol. Y menos que él actúe como sex symbol. Puaj.

2- El otro día me comí una mandarina que, aunque por afuera parecía completamente normal, tenía un gusto a vinagre… Ya no sé puede confiar en nada, loco.

3- La perra esta actuando rara últimamente. Me mira durante mucho rato, me ladra, a la mañana me levanta empujándome el brazo con su pata. Tengo miedo que entre en modo Cujo.

4- En el profesorado estamos estudiando la Segunda Guerra Mundial. El otro día, en medio de un documental de Hitler, me vino a la memoria un comentario que me hacían mis abuelas: “Cuando eras bebé estabas tan gordita y rosadita, que te decíamos Churchill.”

5- Se me juntan los billetes de $2. Lindo va a ser el año que viene, cuando saquen esos billetes en monedas y la billetera me pese 5 kilos.