Burtoniana

Tim Burton está en mi top 5 de mejores directores de todos los tiempos, probablemente ocupando el primer puesto. No voy a revelar el top 5 completo porque es tan ecléctico que da calambre, y la verdad es que hablar de cine es tan controversial como hablar de política. Pa’ la próxima.

De entre todas las razones por las que lo elijo a Burton, no escapa el hecho de que lleve a Johnny Depp colgado de su mochila, ya que Johnny, obviamente, está en el primer puesto de mi top 5 de actores favoritos de todos los tiempos (una lista más ecléctica que la primera). Y mientras me siento y espero a que llegue el 2010 (¡maldición!) y la concreción de Alicia en el País de las Maravillas -la cual promete ser un viaje de ácido- lo recuerdo con amor y elijo, ¿adivinen qué? Siií! El top 5 de mis películas preferidas de Tim Burton. ¡Yey!


Aviso: este post carece de opinión objetiva y/o coherente, sépanlo de entrada.

1- Ed Wood

Ed Wood es bizarra, real y privada. Cuando la miro, siento que soy la única, se me guarda en la memoria como un sueño perdido. Los sweaters de cashemire, Bela Lugosi, mucho blanco y negro, travestidos, ciencia ficción barata y la maldita lluvia. Yeah, baby!

2- Edward Scissorhands

Uh, con esta película me enamoré de Johnny. Corría 1992, yo estaba en 5to grado, y creo que fue mi abuela la que la alquiló, en el videoclub del barrio. Colores pasteles, casas idénticas, y él… forrado en cuero negro, con un batido à la Robert Smith. Lo amé. Tanto, que terminé con un sticker de Johnny que saqué de la revista Ídolos, pegado en mi cartuchera de latita. Fue mi segundo amor cinéfilo, porque el primero fue Bowie en Laberinto. Pero esa es otra historia. Aunque ahora que lo pienso, comparten el mismo pelo batido y el trajecito ajustado. Mmm…   

3- Sleepy Hollow

Porque es en color verde nuclearoso y le pega derecho hasta el final, y uno resucita a la vida, porque aparecen los colores de nuevo y los ojos finalmente descansan. Porque las caras de terror de Johnny son impagables, y porque trabaja la pequeña Christina. Y porque trabaja Christopher Walken y tiene los dientes afilados. ¡Y porque sííí!

4- Charlie & the Chocolate Factory

Limadísimo. Mal. Pero lo vale. Sobretodo cuando llama a su padre (“Pappa?”), mientras recorre la fábrica de la mano de los insoportables niñitos. Se la hice ver a mis hermanas de 4 años. Si entraba ésta, ya está. De acá a Apocalipsis Now, no paramos. Y bauticé a mi gato Willy Wonka, por supuesto.
(By the by, ¿el enano Oompa Loompa trabajó en La historia sin fin, puede ser? Tengo la película y Google, pero me da fiaca fijarme.)

5- Sweeney Todd

Resulta que no soporto los musicales, son como un poco freaky para mí. ¿Quién se pone a cantar de golpe, no importa donde, no importa con quien? Si yo hago eso, me meten presa, por loca. Pero este musical me gustó porque es diferente, principalmente por los chorros de sangre y el color sepia. Y el pelo de Robert Smith otra vez.
Las canciones están buenas, exceptuando la del pibito ayudante de Borat y la canción de la rubia encerrada y el rubio pobre y apaleado que le cantaba desde la calle. Era en  esas escenas, justamente, en las que me veía entrar en un estado de sopor y desesperación. Pero fuera de eso, la pasé bomba.  

Dejando la incoherencia de lado -o no tanto-, hay muchas películas de Burton a las cuales recurrir en días faltos de imaginación. Yo elijo la dupla con Depp, pero eso lo dejo a criterio de cada uno. Probá hacerte un finde Burton, y dejá las drogas por un tiempo. Una semana, al menos.